Y si los políticos ahora si escuchan…
La reciente exhortación de la presidenta Claudia Sheinbaum a los militantes de Morena suena bien en el discurso, pero la pregunta es incómoda y necesaria: ¿realmente será escuchada? Y lo más importante, ¿será cumplida?
La historia reciente de Morena muestra tensiones internas, intentos de imponer agendas personales y resistencias a las reformas propuestas, especialmente en torno al nepotismo y la selección de candidatos[8]. El reto es enorme, pues la transformación real solo será posible si los principios enunciados se traducen en hechos y no se quedan en el discurso.
Aunque el partido llegó al gobierno con una retórica de cambio, en la práctica ha reproducido viejas prácticas: *candidatos impuestos, compadrazgos y funcionarios que, pese a hablar de austeridad, no renuncian a ciertos privilegios.* Por ello, el llamado de Sheinbaum exige un *cambio estructural*, es un mecanismo de selección, transparencia y rendición de cuentas.
Si Morena logra que en 2027 sus candidatos respondan a los intereses de los de abajo, que los funcionarios renuncien a los privilegios y que las campañas se alejen del amiguismo y el compadrazgo, entonces, sí, la transformación estará en marcha. El tiempo y la voluntad política de la militancia y sus líderes serán la verdadera prueba de este compromiso.