Libertad de expresión con ética
La reciente resolución del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), que ordena a un medio de comunicación retirar una publicación por vulnerar los derechos políticos de la candidata a magistrada Tania Contreras, marca un precedente significativo en el ámbito de la legalidad electoral. Esta decisión, sin duda, se convertirá en un referente obligado en futuros procesos comiciales.
Para la parte afectada, el fallo representa una victoria del Estado de Derecho sobre la desinformación, y un avance importante en la protección de los derechos de las mujeres que participan activamente en la vida pública. Asimismo, el mensaje hacia el medio involucrado, Código Magenta, es claro: la libertad de expresión conlleva también la responsabilidad de verificar y sostener la veracidad de los contenidos difundidos.
Este episodio debe llamar la atención sobre la importancia del actual proceso electoral, en el que se definirá quiénes impartirán justicia en el futuro inmediato. Y desde ahora debe quedar claro: el poder que emana de las urnas no puede estar por encima del derecho ciudadano a cuestionar, investigar y expresar libremente.
De ahí la urgencia de que quienes aspiren a estos cargos actúen –desde ahora– con estricto apego a la legalidad, la ética y la razón.