Hoy comienza oficialmente el periodo de reflexión electoral, una etapa crucial para la vida democrática del país. Concluidas las campañas, es momento de que la ciudadanía tome distancia del ruido político y analice con serenidad el sentido de su voto para este domingo. La ley es clara: durante la llamada “veda electoral”, ninguna candidata ni candidato puede promoverse por ningún medio. Esta pausa busca que los votantes decidan con base en la información y propuestas recibidas, sin interferencias de última hora.
Esta elección, sin embargo, no es una más. Es una jornada electoral histórica por la magnitud y relevancia de los cargos en juego, tanto a nivel federal como estatal. En Tamaulipas, por ejemplo, se elegirán 147 cargos del poder judicial: 18 magistraturas, una supernumeraria y 128 jueces. A nivel federal, la cifra impresiona aún más: 9 ministras y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2 magistraturas de la Sala Superior del TEPJF, 15 magistraturas regionales, 5 integrantes del Tribunal de Disciplina Judicial, 464 magistraturas de circuito y 386 jueces de distrito.
Cada ciudadana y ciudadano recibirá hasta 10 boletas —6 de la contienda federal y 4 de la local— lo que, para muchos, puede parecer abrumador. Sin embargo, esta complejidad no debe ser un motivo de desinterés, sino una razón para participar con mayor responsabilidad. Nunca antes habíamos tenido tanto poder en nuestras manos.
El reto es mayúsculo, pero también lo es la oportunidad: elegir a quienes impartirán justicia en los próximos años, definir el rumbo de nuestras instituciones y fortalecer la legitimidad democrática desde sus cimientos.
Este domingo, votemos con conciencia. Votemos con responsabilidad. Porque nuestra democracia no solo se defiende en las calles, sino también —y sobre todo— en las urnas.