Cuando el arte encuentra eco en las instituciones, florece no solo en los lienzos, sino también en el alma colectiva de un pueblo. Del 4 de abril al 10 de mayo, el lobby del Espacio Cultural Metropolitano de Tampico se transforma en un escaparate vibrante de creatividad, donde 20 artistas plásticos, con el corazón en El Mante y la mirada puesta en el mundo, dan testimonio de su talento y sensibilidad.
Esta exposición colectiva es un acto de justicia para los creadores que durante años caminaron entre el olvido y la indiferencia. Hoy, gracias al respaldo decidido de la alcaldesa Patty Chío, El Mante se proyecta como una cuna de arte, y su gente como portadora de una riqueza cultural que trasciende fronteras. Su compromiso con los artistas ha despertado algo más que pinceles: ha encendido la esperanza.
Y no menos importante es la visión de la alcaldesa Mónica Villarreal Anaya, de Tampico, quien con generosidad y claridad cultural abre los brazos para integrar a las regiones de Tamaulipas a través del arte. Su disposición marca un antes y un después en la forma de entender la cultura como un puente que nos hermana.
En esta muestra, los colores hablan donde las palabras no alcanzan. Las obras invitan a ver el mundo desde nuevas perspectivas, como la de Silvia Maldonado González y cada artista participante, cuyas creaciones son un llamado a detenernos, a sentir, a admirar.
Que esta exposición no pase desapercibida. Que más personas respondan al llamado del arte, y que en cada visita a Tampico haya también un encuentro con lo más profundo del espíritu humano: su capacidad de crear belleza, incluso después de la orfandad.