AUDAZ (1975 – 2025)

David Rangel Tapia | Parte 1 de 2. | 21.01.2025 |

La primera vez que vi al Dr. Carlos del Pino, fue en el café del Hotel Mante.

Estaba jugando ajedrez con el Dr. Tomás Córdova. 

Era agosto de 1974.

SEMBLANZA DEL DR. TOMÁS CÓRDOVA SANDOVAL:

El Dr. Tomás Córdova fue un reconocido psiquiatra mexicano que marcó un hito en la historia de la salud pública de Ciudad Mante, Tamaulipas. 

En 1964, el Dr. Tomás Córdova se convirtió en el primer director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ciudad Mante. 

Además de su carrera médica, el Dr. Córdova destacó en el ámbito cultural al ser autor del guion de “Simitrio”, una historia que fue llevada al cine y que refleja su sensibilidad hacia los temas sociales y humanos.

LA FUNDACIÓN DEL ECO DEL MANTE Y EL DR. CARLOS DEL PINO:

El Eco del Mante fue fundado el 25 de abril de 1939 por el Sr. Santiago M. del Pino, quien también fue su dueño. Es admirable la visión y el esfuerzo que el Sr. del Pino invirtió para crear un medio de comunicación que se ha convertido en un pilar fundamental para la comunidad de Ciudad Mante. 

Su legado periodístico ha perdurado por más de 80 años, informando con veracidad y objetividad a varias generaciones. El Eco del Mante es un claro ejemplo de cómo el periodismo local puede tener un impacto positivo y duradero en la sociedad.

Efectivamente, el Dr. Carlos del Pino Martínez, es hijo de Don Santiago M. del Pino y ha tenido un papel crucial en la continuación del legado de El Eco del Mante. Es importante destacar que el Dr. del Pino no solo es “el hijo del fundador”, sino que ha sabido llevar las riendas del semanario con gran profesionalismo y visión, adaptándolo a los tiempos modernos sin perder la esencia y el compromiso con la verdad que lo caracterizan. 

La transición generacional en medios de comunicación con tanta historia es un reto, y en el caso de El Eco del Mante, bajo la dirección del Dr. Pino, se ha llevado a cabo de forma ejemplar.

¿SABES ESCRIBIR EN MÁQUINA?

En el mes de abril de 1975, mientras jugábamos ajedrez en la cafetería del Hotel Mante, el Dr. Carlos del Pino me preguntó: ¿sabes escribir en máquina? -SÍ. Todos lo momentos de nuestras vidas están conectados en el Universo. Una decisión y una acción nos une al destino que tiene voluntad propia y no necesita permiso.

Primero fui policía municipal en la Ciudad de Guadalajara, Jalisco. Empecé como Cabo Escribiente, en la Tercera Demarcación del Sector Hidalgo. Y muchos años después, comencé como reportero del Eco del Mante.

En la calle de López Cotilla 111, jugaban ajedrez por las tardes.

Aprendía a jugar ajedrez a los 16 años. Mi primer profesor fue Francisco Pereyra. Me regaló mi primer libro de ajedrez, de una editorial argentina. Era una colección de partidas del campeón Ruso Alexander Alekhine.

Por esa época habitaba en la casa número 88 de la Colonia Obrera del Ingenio del Mante. Pereyra en la 105.

Al poco tiempo de jugar ajedrez en López Cotilla, recibí una invitación para iniciarme en las juventudes de la masonería. Me explicaron que era para seguir estudiando.

Acepté y fue iniciado en la Logia Porvenir Masónico número 1, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, del Gran Oriente de Guadalajara. Era el año de 1967.

Cuando empezó el movimiento estudiantil en el año de 1968, las juventudes masónicas de México, fueron los líderes de la rebelión. Y nos unimos a los chavos del Partido Comunista de México, y a los jóvenes de la embajada cubana.

Salimos a las calles para levantar barricadas, y hacer pintas en los muros de la catedral Metropolitana de Guadalajara con las siguientes consignas: “Patria o Muerte”. “Una chispa puede incendiar la Pradera”. “La revolución puede transformar las estructuras económicas, políticas e ideológicas de México”.

Ahora se, por los documentos desclasificado de la CIA, y de los documentales de Netflix, que la lucha era por la sucesión a la presidencia de México.

Gustavo Díaz Ordaz tenía como su candidato al gobernador de Guanajuato, Juan José Torres Landa.

Los Liberales quería a Luis Echeverría, yerno del general José Guadalupe Zuno Hernández, Poderoso Gran Luminar del Oriente de Guadalajara.

Antes del 2 de octubre de 1968, fuimos arrestados en la calle.

Nos llevaron a la cárcel.

Ahí nos visitó nuestro hermano Instructor, el teniente Javier Morones.

“Ya hablé con el Hermano Mayor, el Procurador de Justicia. Todos salen y se van conmigo. He sido nombrado el Director de la Academia de la Policía Municipal. Se terminó la rebelión armada. Ahora estarán internados para su entrenamiento por 6 meses. Luego saldrán a trabajar para cuidar la seguridad de la Ciudad y del Pueblo”.

Luego nos informó que el Ilustre y Poderoso Hermano Alfonso Sierra Partida, había sido designado por el Supremo Oriente de México, como el coordinador del Primer Congreso Nacional AJEF (Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad), que se realizaría en el Centro Vacacional del Seguro Social en Oaxtepec.

Fuimos y el discurso central fue: “Hermanos, se acabó la lucha armada. Ahora vamos a transformar a México por la vía electoral. Viva la Democracia. Viva la reforma que dará acceso a las minorías políticas de todas las corrientes ideológicas. Y recuerde que la Patria es el lugar común de todos los nacidos en un lugar determinado. Y juren conmigo que tienen fe en sus ideales, esperanza en realizarlo, por amor a la humanidad”.

El 8 de noviembre de 1969, el PRI nominó oficialmente a Luis Echeverría como su candidato presidencial para las elecciones de 1970.

De acuerdo a Jorge G. Castañeda, Gustavo Díaz Ordaz tomó su decisión definitiva después de la masacre de Tlatelolco, en la cual el ejército asesinó a una multitud de estudiantes desarmados en la Ciudad de México tras meses de protestas estudiantiles en el país. 

La masacre fue un parteaguas en la historia mexicana, y la responsabilidad exacta de los funcionarios involucrados sigue siendo debatida, dado que muchos aseguran que el Secretario de Gobernación, Luis Echeverría, fue quien ordenó a las tropas que dispararan contra los manifestantes.

Así aprendía a escribía en máquina.