Hay gestos que no solo hablan de compromiso, sino de amor genuino por la gente. Así es como se vive cada Martes Ciudadano en Xicoténcatl, donde la alcaldesa Mariela López Sosa ha decidido gobernar con el corazón en la mano y los oídos bien abiertos. No hay escritorios de por medio ni trámites fríos: hay personas, familias, historias que buscan ser escuchadas, y una presidenta municipal que responde con empatía y acción.
Salud, alimentación, bienestar social… no son solo temas de gobierno, son necesidades diarias que urgen ser atendidas con sensibilidad. Por eso, con el apoyo incondicional del Sistema DIF, el Instituto de la Mujer y todas las áreas del Ayuntamiento, este programa ha logrado mucho más que canalizar apoyos: ha sembrado esperanza.
Cada solución entregada, cada necesidad atendida, es una muestra clara de que cuando se gobierna desde la cercanía, el cambio es posible. Porque cuando hay voluntad, cuando hay amor por la tierra y por su gente, el servicio público se convierte en algo profundamente humano. Y en Xicoténcatl, eso ya está ocurriendo.