Este domingo 1 de junio se cumplió un año desde que el pueblo de Ocampo decidió, en las urnas, darle continuidad al proyecto de gobierno encabezado por Melchor Budarth Báez. Fue un voto de confianza, pero también de esperanza. Y hoy, a doce meses de esa jornada histórica, es justo reconocer que los resultados están a la vista.
El respaldo popular no fue un cheque en blanco. Fue una exigencia de más y mejores resultados. Y el presidente municipal ha respondido con hechos. Con un gobierno cercano a la gente, Melchor Budarth ha logrado traducir compromisos en acciones concretas que benefician a todos los sectores de la población.
En este primer año del nuevo periodo, su administración ha avanzado en temas fundamentales: se han consolidado proyectos de agua potable, vitales para el bienestar y la salud de las comunidades; se han pavimentado calles que antes eran símbolo de rezago; se ha fortalecido el alumbrado público, mejorando la seguridad y la calidad de vida.
Pero el desarrollo no se ha limitado a la infraestructura. Ha sido un gobierno que también apuesta por el deporte y la educación como motores de cambio social. Se han rehabilitado espacios deportivos, apoyado eventos escolares, y lo más importante, se ha puesto en el centro de las políticas públicas a las familias de Ocampo, que son el verdadero corazón del municipio.
Este aniversario es la oportunidad de hacer un corte de caja y mirar con optimismo el camino que falta por recorrer. Los dos años que faltan, pueden parecer poco, pero con visión, voluntad y cercanía con la gente, pueden marcar una diferencia profunda.
Melchor Budarth Báez ha demostrado que se puede gobernar con sensibilidad, responsabilidad y resultados. Y si el ritmo se mantiene, Ocampo seguirá siendo ejemplo de cómo una administración local puede transformar realidades, sin perder de vista lo más importante: su gente.