Por: Pepe Izaguirre

¡¡RECORDANDO!!

(Hacerlo es volver a vivir)

“Los mejores recuerdos no están en las fotos

 ni en nuestra memoria, están en nuestro corazón”: RULFO

¿Ya vieron “PINOCHO” de Guillermo del Toro? Nos preguntó Florecita mi hija, quien nos invitó a comer una riquísima comida. No. Lupita y yo contestamos al unísono. Véanla, pero antes les voy a pasar un documental de cómo Del Toro, durante 15 años fue dándole forma a esta película que ahora está nominada al Oscar, dijo mi hija y acto seguido, puso en la tele lo que ella nos estaba recomendando.

No se los voy a contar todo para que no robarles la gratísima impresión que tendrán cuando lo vean. Solo les diré lo que al verlo se me vino a la memoria, es decir, “recordé”.

Cuando por fin, terminaron de construir en miniatura (y también aquello que harían en tamaño normal) Guillermo les dijo a sus colaboradores: ¡Ahora, para darle apariencia real al escenario, vamos a ahumar el área donde Geppetto cocina! La palabra ahumar me recordó muchos eventos de mi niñez.

La cocina de mi familia, la cual al mismo tiempo servía de comedor (Ya lo he dicho muchas veces) era de paredes de lodo y techo de palma. Ahí había una chimenea también de lodo. Mi mamá cocinaba con leña y por consiguiente toda la cocina estaba ahumada y no era porque era un escenario, era el efecto del trabajo que necesariamente tenía que realizar. En esa cocina (había una mesa grande) pasábamos muchos ratos alegres. Por supuesto comíamos, platicábamos, reíamos, hacíamos tareas, etc., etc.

Mi papá, al llegar de su trabajo, partía con el hacha los leños grandes que de alguna manera había llevado a la casa. Cuando eran insuficientes y mi mamá tenía que seguir cocinando, yo partía la leña. Muy niño aprendí a hacerlo. Hoy además de disfrutar del documental, recordé mi infancia, a mi mamá, mi papá, y a todos mis hermanos. Lupita alcanzó a cocinar en una de estas construcciones.

Un abrazo para mis amigos en FACE, ECO Y 12 HORAS