Con la calificación favorable a las elecciones del 5 de junio del año en curso, por parte del Tribunal Federal Electoral, termina la angustia para unos y la alegría para otros. El sábado 1 de octubre comienza la era del doctor Américo Villarreal Anaya, como gobernador Constitucional del Estado libre y Soberano de Tamaulipas.
Deseable, que, a partir de hoy, sin esperar el sábado, todos los actores políticos de los bandos rivales se den la mano y comiencen a construir acuerdos para la gobernabilidad en un ambiente de orden, respeto y paz. Ese llamado debería comenzar en el Congreso local, donde supuestamente están los representantes del pueblo.
Cada gobernador ha dejado su huella y por más que haga, no alcanza a cubrir las necesidades de una entidad tan dispersa en sus regiones. Creemos que el doctor Américo, como buen médico ya tiene el diagnostico de Tamaulipas y el remedio para curar sus dolencias. Le deseamos éxito en su gestión de lado de sus colaboradores que escogió, como compañeros de travesía.