POR CARLOS ACOSTA
1
Aquí
en el Aeropuerto Internacional
de la ciudad de México
rodeado
por pájaros de fibra de carbono y titanio
Viendo por los amplísimos ventanales
el vuelo y la llegada de aves colosales
Confundido entre legiones
de pasajeros por abordar
que se mueven con toda naturalidad
Yo
me percibo un tanto extraño:
No abordaremos una bicicleta
Nos alzaremos del suelo
Volaremos a diez mil metros sobre el mar
Las nubes serán la niebla de nuestras autopistas
Una vez más viviremos
el milagro de los hermanos Wright
Casi pido perdón
por escribir de esta manera
este tipo de relatos
en pleno siglo veintiuno
Soy un hombre que aprendió a volar
a los cinco años de edad
cuando descubrió
que podía hablar con los pájaros
y ellos le pasaron el secreto
para hacerlo
Es una lástima
que ya no viva en Tampemol
que ya no tenga cinco años
y los pájaros
ahora sean
no calandrias
tordos
ni pijuys
sino aves gigantes
construidas
con fibra de carbono y titanio
y que además
no sepan cantar
2
Yo quiero un poema
vivo
libre
desconocido antes de escribirlo
no casado con ninguna escuela
ni estilo
ni con una ideología
Un poema
como un niño
un pájaro
una estrella fugaz
que son lo que su naturaleza dicta
sin explicación
ni culpas
ni disculpas
Quiero un poema deslenguado
que lo que diga hoy
pueda negarlo mañana
que lo mismo hable del dios
del diablo
del indeciso
que habita en cada ser humano
de los colores
todos
refulgentes grises
que abarcan el prisma completo
incluyendo blanco y negro
Un poema sin cadenas
académicas
semánticas
sintácticas
que vaya a donde vaya
sea muestra fiel
del espíritu
las vivencias
las visiones
los demonios
del poeta
3
En el escalón
de la puerta de tu casa
que da a la calle
tú y yo
nos sentábamos a noviar
Veíamos pasar automóviles
bicicletas
gente a pie
Todo era un motivo
para mirarnos a los ojos
Reíamos por cualquier cosa
por nada
La noche detenía su curso
para reír con nosotros
Las vecinas salían a la banqueta
como si buscaran algo
que hubiesen perdido
Se nos quedaban mirando
seguras que nosotros
lo habíamos encontrado
Antes de que oscureciera
las palomas de los cables
de enfrente
se acercaban
nos hacían compañía
se quedaban a charlar
mientras les dábamos migas de pan
Si un día nos enfadamos
la calle quedó desierta
no pasaron autos
bicis
gente a pie
La noche no se detuvo
Las vecinas no salieron
Antes de que anocheciera
las palomas ya dormían
en las ramas de los árboles
Al día siguiente
todos volvimos a ser
lo que nos gustaba ser
Parecía que el planeta giraba
a nuestro alrededor
no de ti
ni de mí
sino
de aquello
indescriptible
que había entre nosotros
4
Ella vuelve al sitio en donde fue feliz
Sabe que nada es igual
Aunque si mira bien
algo inasible permanece
original
Se percibe como otra mujer
y a la vez la misma
Sabe del río de Heráclito:
segundo a segundo el agua es otra
Ella vuelve
Su casa
que era enorme
ya no lo es tanto
Encuentra a la niña que fue:
juegan
platican
de noche miran las estrellas
juntas
Encuentra a sus hermanos
incluso al que se fue
ríen
recuerdan
de noche miran las estrellas
juntos
Nada la decepciona
Todo le brilla en los ojos
Para desengañarse
cualquier lugar
cualquier tiempo
son buenos
Para volver
nada mejor
que el lugar
donde uno fue feliz
5
Un día como éste
dos de marzo
del año sesenta y cuatro
del siglo pasado
era un lunes
con bajas temperaturas
como las de hoy
domingo
sesenta años después
A la una y cuarenta de la tarde
un niño de nueve años
que ayer había llegado
a la nueva ciudad
entraba al nuevo salón
de su nueva escuela
Desconocidas calles
le habían traído hasta aquí
Otros compañeros
antes nunca vistos
miraban con curiosidad
recelo
desinterés
Mientras
en él
se inauguraban
el silencio
la incertidumbre
las alas de lumbre en la espada
la magnitud del instante
el saberse
exactamente
en el centro de la nada