Tampico- Altamira, la pieza clave de Tamaulipas
La nueva etapa del país se empieza a escribir con hechos. Tamaulipas, al sumarse a las zonas estratégicas de Desarrollo Económico para el Bienestar que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, comienza a delinear un futuro donde el crecimiento no solo es posible, sino también inevitable si se hace bien.
El gobernador Américo Villarreal Anaya lo ha dejado claro: el puerto de Altamira no solo es un activo logístico nacional, sino un motor estratégico del nuevo modelo de desarrollo.
Durante la firma del convenio de coordinación con la federación, celebrada en Palacio Nacional, Villarreal subrayó lo que ya muchos en el sur del estado saben, pero que ahora se proyecta a escala nacional: Altamira es el cuarto puerto del país en movimiento de carga, con más de 28 millones de toneladas anuales, y el tercero en actividad económica vinculada al transporte de vehículos. Pero más allá de los números, hay visión. Las mil 600 hectáreas disponibles para desarrollarse no son tierra ociosa, son territorio con rumbo.
México busca polos que reactiven la economía desde lo local, y Altamira encaja perfectamente en ese engranaje. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, explicó que este esfuerzo implica proveer infraestructura, servicios y estímulos fiscales para crear entornos fértiles al capital y al bienestar. Lo que hace seis años se quedaba en discursos y destrucción, ahora se nota que AVAnza con trazos firmes: en agosto comenzarán las adjudicaciones y la instalación de empresas en estas zonas estratégicas.
El sur de Tamaulipas ya no está a la espera de decisiones centralistas. Hoy participa de manera directa en un modelo que si bien aún está en su fase de arranque, apunta a descentralizar el desarrollo y a crear empleos con rostro social. A diferencia de otros proyectos de transformación anunciados en el primer piso de la 4T, este comienza con la certeza jurídica de los convenios, el respaldo de la federación y una ruta clara.
El reto ahora no es atraer inversiones, sino saber acompañarlas con orden y responsabilidad. Si los beneficios llegan solo a unos cuantos, si los permisos se vuelven favores y si el territorio se convierte en botín político, se perderá una oportunidad histórica. Pero si se prioriza la transparencia, la técnica y el bien común, Altamira no solo consolidará su relevancia logística, sino que también será el corazón industrial con sentido humano que tanto se ha esperado.
En la intimidad… Mientras los anuncios se concretaban en la capital del país, en Altamira también se movía una pieza importante de este nuevo esquema. Walter Julián Ángel Jiménez, secretario de Desarrollo Energético del estado, recibió formalmente las llaves de lo que serán las oficinas de la SEDENER en este municipio.
La entrega la hizo el alcalde Armando Martínez Manríquez, convencido de que Altamira seguirá siendo punto clave para el desarrollo económico y energético de la región. La ubicación no fue casual: calle Vicente Guerrero 309, un sitio que no solo albergará oficinas, sino también será espacio de atención directa para proyectos del sector público, privado y social.
Walter Ángel Jiménez lo resumió sin rodeos: estas oficinas no son simbólicas, son necesarias. Aquí se coordinarán inversiones, se resolverán trámites, y sobre todo, se acompañará a quienes están dispuestos a apostarle al sur de Tamaulipas. En la misma línea que el gobernador Villarreal y la presidenta Sheinbaum, el mensaje es uno: trabajar desde lo local, con eficacia y cercanía.
Con oficinas abiertas y proyectos en marcha, Altamira comienza a mirar hacia adelante, sin nostalgia y con paso firme.
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