Ejército salva a familia atrapada sobre el techo de su casa por creciente del río Guayalejo
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Gracias a la coordinación entre las autoridades municipales y la SEDENA, todos los integrantes de la familia Flores Martínez fueron puestos a salvo, informó la alcaldesa Mariela López Sosa.
Xicoténcatl, Tam., 1 de julio de 2025. — Una historia de angustia y esperanza conmovió este martes a los habitantes de Xicoténcatl, luego de que una familia, que permaneció más de 18 horas incomunicada sobre el techo de su vivienda debido al desbordamiento del río Guayalejo, fuera rescatada sana y salva por elementos del Ejército Mexicano.
Todo comenzó cuando el señor Amilkar Hernández Ramírez acudió desde muy temprano a la Presidencia Municipal para pedir auxilio desesperado. Su esposa, sus hijos —incluido un bebé recién nacido— estaban atrapados en su hogar, ubicado en el rancho La Morita, rodeados por el agua creciente que dejó incomunicada toda la zona.
La alcaldesa Mariela López Sosa respondió de inmediato al llamado y ordenó la intervención de Protección Civil Municipal, al tiempo que solicitó apoyo urgente a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Minutos después, elementos del Ejército Mexicano se trasladaron hasta el sitio en condiciones complicadas, poniendo en marcha un operativo de rescate bajo el Plan DN-III-E.
Gracias a la acción coordinada de las autoridades, la familia fue puesta a salvo, en una escena que arrancó aplausos y lágrimas entre los presentes. Conmovido, el señor Amilkar expresó entre lágrimas:
“Gracias por no dejarnos solos, por responder tan rápido y rescatar a mi familia.”
La presidenta municipal hizo un llamado a la ciudadanía a mantenerse alerta y no arriesgar la vida cruzando ríos, arroyos o canales durante estas lluvias intensas.
“La tormenta tropical Barry sigue representando un alto riesgo. La prevención es vital”, subrayó.
El Gobierno Municipal informó que continúa trabajando en conjunto con las fuerzas armadas y cuerpos de emergencia para salvaguardar a la población, reafirmando su compromiso con la seguridad y la vida de los xicotenquenses.
Una familia salvada. Un pueblo agradecido. Y un ejército que, una vez más, demuestra que está para servir.
