POR: CARLOS ACOSTA
*Anda solo por la playa
El horizonte marino
se distrae con un barco
Va de prisa
erguido
con sus pocas carnes
y sus huesos largos
En los mocasines
se adivina un paso ágil
Y aunque la fotografía
no es de frente
se alcanza a ver
que le queda bien el afro
De lejos parece un poeta
De la maleta que lleva
en su mano derecha
escapan sus sueños
convertidos en mariposas
*
Si un día no sabes a donde ir
ven a mi territorio
Cuando haya dos o tres caminos
a la vista
y en el vientre de la tarde
no te encuentres
Si la vida y su nebulosa
empañan la dirección
de los puntos cardinales
y no es posible decir
si el tren del consuelo
se va o regresa
ven
Cuando ya no tengas
voluntad para reír
convicciones para ser
coraje
para volver a empezar
Si un día ya no puedes más
ven
ven a mi territorio
*
Estás a tiempo
de empezar de nuevo
De recoger los fragmentos
de los huesos
de los días
del corazón
y rehacerlos
De apagar alas de lumbre
que emergen de tus omóplatos
De
por fin
hacer las paces
con tu tribu fantasmal
Y si es que hubieran secretos
dolosos
reconocerlos
Estás a tiempo
de empezar de cero
*
Esta mujer
usa lentes oscuros
todo el tiempo
De día
de noche
No se los quita
ni para dormir
Parece un rasgo
exhibicionista
pero en realidad
es para que nadie
le veamos a los ojos
y no podamos llegar
al fondo de su alma
*
Toda la vida Poeta
Esa
y no más
la quimera
Poeta sin adjetivos
Ni triste ni ensimismado
No sufrido ni feliz
No a la caza de sinécdoques a las tres de la mañana
ni mendigo de metáforas lamiéndose las heridas
Ni falso ni verdadero
No maldito ni académico
Ni amante de lo perdido ni agorero de futuros
No delirio de las musas ni alcohólico empedernido
Poeta
con eso basta
Esa y no más
la quimera
*
Es una maravilla estar en paz con uno mismo
Se disfruta como el viento en las mejillas
Lo mismo que un ritmo respiratorio pausado
O el silencio del amanecer
Podrás tener
-tener es un verbo mentiroso-
dinero
vida
saber
Pero si no estás en paz contigo
no los vivirás a plenitud
Ven
caminemos hacia el poniente
Digamos el mantra de hoy:
Es una maravilla estar en paz con uno mismo.
*
Buenos días
Disculpe ¿aquí venden olvido?
¿por kilos?
¿por litros?
¿por metros?
Me informaron que en esta súper tienda
tal vez podría encontrarlo
¿Sabe?
Necesito suficiente
Quizás una tonelada
Tal vez un mar comprimido
Un listón infinito
Vea:
me he convertido en un hombre
al que aplastan sus recuerdos
Me carcomen errores antiguos
Ya no puedo más con la memoria que soy
¿Qué precio tiene?
Puedo pagar con diez mil respiraciones
con un historial de latidos
Puedo dejar como prenda
empeñada
media vida
Preciso llevar olvido
Para hoy
para mañana
para lo largo de la travesía
Olvido en los bolsillos
en los ojos
en las manos
en la luz del horizonte
en la maraña de lucubraciones
que traigo en la cabeza
y no sé cómo
desenredarla.
*
Busco ser feliz
a la manera de Séneca:
En guerra
con las propias pasiones
En paz
con las de los demás