Por Pablo Hernández Contreras
7 de Mayo de 2025
El estado de derecho regula en una república como la nuestra, leyes y reglamentos que deben ser acatados por todos los ciudadanos por igual.
El apotegma muchas veces referido “El desconocimiento de las leyes no te exime de su cumplimiento” es en la mayor parte de las veces ignorado y sobre todo, minimizado.
Se han vaciado ríos de tinta en el comentario que hoy les referimos.
El uso del casco.
No solo somos testigos, hemos sido proveedores de información que sale de los anales de la historia y signa en los hechos ocurridos en solo unas semanas, tal vez en pocos días una estadística fatal.
Los choques desiguales entre motociclista y automovilista.
Ambos son vehículos impulsados por un motor, cierto, sin embargo las condiciones de los tripulantes es desigual.
El sistema de protección está implícito en el reglamento de tránsito y es una lástima que no se siga como debe y que en la mayoría de las ocasiones optamos porque se aplique en los demás.
La falta de este implemento en el momento del accidente ha provocado más muertes que las enfermedades crónico degenerativas.
“Un día somos mañana quien sabe”, suena más bien a vaticinio macabro que solo una simple melodía.
Ya lo sucedido no se puede remediar.
Por ello, esta semana, ante los titulares de las instituciones educativas, sobre todo de bachillerato y del nivel profesional, la presidenta Paty Chío encabezó esta cruzada por promover al máximo el uso del casco y la correcta circulación, sobre todo de los motociclistas, que son los que la llevan más de perder en un accidente.
Las muertes recientes así lo avalan.
La edad es solo un número, la estadística crece y mantiene la desagradable incidencia a la alza.
Familias lloran a sus muertos y no hay poder, hasta el momento que detenga esta trágica ola de accidentes que son provocados por los mismos conductores.
Use el casco, es su vida.
PUNTO Y APARTE.