Dos pescadores desaparecidos en altamar
* Arrasan con manglares en lotificación masiva
*Pero las hieleras no se regresaron vacias
Poco antes de despuntar el alba, iniciamos el martes 26 del mes pasdo-con un grupo de amigos- el camino rumbo a la Barra del Tordo que de ser un pueblito de pescadores se convierte en una comunidad progresista orientada al turismo. A las 8:30 de la mañana llegamos al poblado para comprar carnada. Y Ahí comienzan las malas noticias.
-Se encuentra una lancha desaparecida desde el sábado con dos tripulantes a bordo, que tenían de regresar al puerto el domingo. Ya los andan buscando. Es fue lo primero que dijo don Marcos Espinosa Castro, uno de los pescadores del poblado “Barra del Tordo” cuando lo abordamos para comprarle carnada.
-¿Y que han hecho? -le pregunté-, -Lo andan buscando los compañeros de aquí y del poblado La Pesca, ya dimos aviso a la Capitanía de Puerto.
Ahí quedo el tema. Le compramos algo de carnada -filete de lisa y camarón crudo-. Y nos enfilamos a la playa, que luce muy cambiada. Hay un bulevar costero que lleva el nombre del “Dr. Alejandro García Barrientos”, ex alcalde de Aldama, palapas, servicios de baños y regaderas públicos.
Nos instalamos en el hotel Olorum -Sol en Maya- recién construido, con aire acondicionado, alberca, cafetería, bar, restaurant y confortables habitaciones con capacidad hasta para cuatro personas a $ 2,000.00 la noche. Recomendable en todos los aspectos.
Ya con las cañas listas, nos dirigimos al norte, hasta donde termina el bulevar. La playa bañada por la espuma del interminable oleaje nos da la bienvenida, por fortuna, las nubes nos protegen algo del sol, pero no de la sensación térmica. Eso es lo de menos, lo importante es comenzar la faena.
Mientras nos preparamos, suena el teléfono de uno de los compañeros y es el pescador Don Marcos, -cuyo número le habíamos pedido por si nos faltaba carnada-. Palabras más, palabras menos, dijo que ya habían encontrado, sanos y salvos a los pescadores, cerca de la barra de Tepeguajes, ubicada al norte de la Barra del Tordo.
Luego supimos que uno de los rescatistas es hijo de una señora que trabaja en hotel donde nos hospedamos. Nos comentó que los pescadores sobrevivieron del sábado al martes, tomando agua de la hielera donde traían el pescado que habían sacado unas horas antes de que el motor de la lancha se apagó.
Para evitar que la lancha se quedar a la deriva, tiraron el ancla en el día y por la noche remaron rumbo a la costa. Antes de llegar, los encontraron, sus compañeros pescadores y personal de la secretaria de Marina, que en un comunicado oficial cita:
“La Secretaría de Marina a través de la Armada de México informó que desde el día 25 de noviembre se activaron labores de búsqueda y rescate en el área norte del Golfo de México para localizar a la embarcación menor “Felgon II” la cual zarpó el 23 de noviembre desde Barra del Tordo con destino a Punta Jerez.
Añade: El día de hoy, una aeronave tipo Texan, perteneciente a la Base Aeronaval de La Pesca, despegó con el fin de reforzar la búsqueda desde el aire, realizando un total aproximado de 330 millas náuticas vigiladas. Asiismo, zarpó una embarcación de la Ensar Tampico, con el fin de continuar con las labores de localización, navegando más de siete horas, vigilando un total de 546 millas náuticas (878 kilómetros), haciendo contacto con la embarcación menor “Felgon II” a 0.41 millas náuticas al este de playa Los Pericos en Tamaulipas, la cual se encontraba en compañía de otra embarcación pesquera de esa localidad.
Los pescadores, están en su casa, recuperándose de esa terrible experiencia, una de las muchas que ocurren en el mar.
Pero volvamos a lo nuestro la pesca. Al día siguiente -el miércoles 27- nos dirigimos a las escolleras. Un camino de terracería transitable para cualquier vehículo distante a 3 kilómetros del hotel.
Lo que sorprendió es ver lotificado todos los espacios al lado del camino. Hay terrenos limpios, algunos con construcciones de material o madera, debidamente cercados. En algunos hay trabajadores arrancando los manglares como si fueran cualquier cosa.
En un Comunicado de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Tamaulipas: Los manglares son ecosistemas formados por árboles y arbustos que crecen entre el límite del mar y la tierra en ambientes salinos, son altamente productivos, lo que aumenta la biodiversidad; sus raíces son un excelente sitio de anidación para peces, crustáceos y moluscos, las ramas son usadas por aves residentes y migratorias, como un hábitat de refugio.
Nadie quiere hablar sobre la lotificación de esa parte del litoral Aldamenses.
Al final, la suerte no nos acompañó en la pesca y para no regresar a casa con las hieleras vacías, compramos algo de filete, pescado entero, jaibas y camarones. Y en Aldama, en el restaurant “Justin”, nos dimos un atracón de mariscos. También recomendado, ostiones en su concha, campechana en plato, salpicón y marrana frita. Nos olvidamos de las malas noticias y llegamos al caer la noche.