LOCURAS CUERDAS

Fecha:

 Tercer informe del Gobernador. La idea es Tamaulipas.

Por Jorge Chávez Mijares.
Querido lector, los informes de gobierno son rituales civiles que, como las viejas liturgias, mezclan solemnidad y espectáculo. Son mitad misa cívica, mitad teatro épico, con música, pantallas, aplausos medidos y frases que buscan quedar grabadas en la memoria.
El Tercer Informe del doctor Américo Villarreal Anaya no fue excepción: duró dos horas exactas, con un discurso de una hora cuarenta y cinco minutos, doce videos de acompañamiento, treinta y cuatro irrupciones del público en aplausos, y un conteo especial que no puedo pasar por alto: múltiples menciones a la presidenta Claudia Sheinbaum —seis veces con nombre y apellido, cinco veces con la sola palabra “la presidenta”—, como si el eco femenino en la política nacional se volviera faro y amparo.

Y, en contraste, la insistencia casi obstinada de seguir llamando “Presidente” al expresidente López Obrador, cuando la gramática política dictaría “expresidente”. Detalle pequeño, pero significativo: un guiño de lealtad, un ancla semántica al origen de la llamada Cuarta Transformación.

La tarde comenzó con una voz femenina en off que presentó al gobernador y a su esposa, la doctora María Santiago de Villarreal, presidenta del DIF estatal. Luego vinieron los honores a la Bandera, el Himno Nacional con un lábaro proyectado en pantalla, y el Himno a Tamaulipas frente al escudo del estado. La solemnidad tuvo el peso de un Estado que se reafirma cada año con símbolos compartidos.

La voz siguió presentando invitados: diputados, magistrados, generales, almirantes, fiscales, rectores, empresarios, alcaldes y congresistas texanos. Tamaulipas entero, en sus jerarquías y representaciones, congregado en un solo recinto.

El primero de los doce videos, con música grandilocuente, proclamó: “A cada idea le llega su tiempo, y el de Tamaulipas es ahora.” Ese fue el leitmotiv que se repetiría como mantra durante toda la tarde.

Más tarde, el video 2 fue un repaso de sus tres años, con imágenes del gobernador, de su esposa, de AMLO y de Sheinbaum. Curioso: en los años 1 y 2 aparecían ambos, presidente saliente y presidenta entrante; en el año 3, sólo ella. El poder cambia de rostros, y las imágenes lo registran mejor que cualquier frase. Hasta el Canelo Álvarez se coló en la narrativa visual, como símbolo de fuerza y triunfo.

Otros videos desplegaron carreteras, hospitales, puertos, seguridad, comedores del DIF, festivales culturales, escuelas y becas. Un mosaico audiovisual que fue interrumpido por aplausos casi programados: treinta y cuatro veces la audiencia aplaudió, a veces con entusiasmo genuino, a veces por inercia.

“Hoy estamos a la mitad del camino”, dijo el gobernador, recordando su protesta aquel 1º de octubre de 2022. Prometió “dar todas las horas de sus días” por Tamaulipas, evocando la herencia paterna. Y enumeró logros:

Reducción de pobreza extrema: de 102 mil personas en 2022 a 52 mil en 2025.
Votación “más copiosa de la historia” para Claudia Sheinbaum en Tamaulipas (un millón de sufragios).

Sesudo lector, muy orondo el Gobernador mencionó la elección democrática de jueces y magistrados. Lo que llamó “nueva gobernabilidad democrática” fue recibido con aplausos, aunque la frase “en Tamaulipas la política ha dejado de dividirnos” sonó a hipérbole, pues hay por ahí algunas divisiones que son secreto a voces en todo el Estado.

La parte más sensible del discurso llegó con el tributo al expresidente. Américo no escatimó: lo llamó “gran presidente”, “humanista” y “político íntegro”. Pero la narrativa ya había cambiado de eje: la presidenta Claudia Sheinbaum fue mencionada por su nombre al menos seis veces, y por su título genérico en otras cinco. Muerto el rey, viva la reina.

El gobernador mencionó con gran entusiasmo los proyectos estratégicos anclados en el Plan México —tren Saltillo–Nuevo Laredo, segunda línea del acueducto Guadalupe–Victoria, Puerto de Matamoros, tecnificación de riegos, corredor vertical del Golfo de México— fueron atribuidos directamente al apoyo federal y a la voluntad de la presidenta, que las veces que se mencionó hubo en los aplausos una letanía de respaldos.

Quisquilloso lector, debo decirte que en finanzas, el informe fue pulcro: sin observaciones de la ASF en 2024, deuda reducida en siete millones, y calificación crediticia “AAA estable”. Mensaje directo al exgobernador Cabeza de Vaca: “donde encontremos desvíos, habrá castigo”.

En seguridad, el gobernador se cuidó: la Guardia Estatal cuenta con 5,900 elementos, helicópteros rehabilitados, cámaras y lectores de placas, y cifras de delitos a la baja: homicidio −59%, secuestro −86%, extorsión −21%. Aunque advirtió: “no es asunto acabado”.

El recorrido territorial fue minucioso: Sur: Playa Miramar con distintivo Blue Flag, congresos energéticos en Tampico, supercarretera Mante–Ocampo–Tula al 87%, Puente de la Esperanza en Altamira.

Centro: Puerto seco de Ciudad Victoria (1,200 ha), monumental Virgen del Chorrito de 32 metros, ruta de electromovilidad estudiantil, empacadora de carbón “El Bernal”.
Frontera: Escudo de seguridad en 370 km en la ribereña, gasoducto en Reynosa, ANAM en Nuevo Laredo, y la joya prometida: el Puerto del Norte en Matamoros. Aquí el aplauso fue caluroso, aunque no falta quien piense, con razón, que “una golondrina no hace verano” y que falta continuidad operativa.

La crisis hídrica del sur fue narrada con dramatismo. El sistema lagunario del Tamesí llegó a 1% de su capacidad. Hoy, con inversión mixta de 2,400 millones, se construye la segunda línea del acueducto Guadalupe–Victoria. Américo se permitió un arrebato egocéntrico: “Dos Américo Villarreal completarán esta obra”.

Estimado lector, si algo buscó proyectar este informe fue humanidad. El DIF estatal, encabezado por María Santiago de Villarreal, fue presentado como hazaña: 60 comedores comunitarios, 68 millones de desayunos escolares, 280 mil familias apoyadas. Aplausos #20 y #21, dirigidos a ella.

El dato estelar: 242 mil personas salieron de la pobreza y 50 mil de la pobreza extrema. La audiencia estalló en aplausos casi encadenados.

“Tamaulipas es tierra de campeones”, dijo. El deporte social y de alto rendimiento crece; el Festival Internacional de la Costa del Seno Mexicano volvió tras 35 años; caravanas de lectura y el Fondo Editorial revivieron.

En educación, presumió internet satelital en 100% de escuelas rurales, no es poca cosa, entrega de útiles y uniformes, casi 205 mil becas, la beca Rita Cetina, expansión de la UAT y el Poli–virtual en González.

Debo mencionar el apartado más técnico: federalización al IMSS–Bienestar, 376 unidades transferidas, gratuidad plena, tomógrafos, acelerador lineal, consultas +30%, abasto de medicamentos al 90%, (ver para creer), control de sarampión, programas materno–infantiles y cardiovasculares.

Hacia el final, Américo citó la trilogía francesa: “Libertad, igualdad, fraternidad”, lema oficial desde la Segunda República Francesa. Como si buscara elevar el tono histórico y darle a Tamaulipas un aire de epopeya. Luego citó a Víctor Hugo: “No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo, y la idea es Tamaulipas.”

La audiencia cerró con aplausos de pie, la esposa en el centro de la foto oficial con el gabinete, y el gobernador agradeciendo “a María, gracias María, muchísimas gracias”.

Me pareció que el informe fue largo, sí, pero también coreografiado: doce videos, treinta y cuatro aplausos, treinta y cuatro invocaciones a la esperanza. Fue también un acto de afirmación política: lealtad a AMLO, respaldo a Sheinbaum, insistencia en el humanismo mexicano y no perdamos de vista que el doctor Américo Villarreal está en su momentum como gobernador.

Por otro lado, lingüísticamente su narrativa puede sonar hiperbólica —“la frontera más dinámica del país”, “dos Américo Villarreal en el acueducto”—, pero eso forma parte de la liturgia del poder. En el escenario, el gobernador lució como un hombre que quiere pasar a la historia por la obra social y la reducción de la pobreza.

Querido y dilecto lector, si Víctor Hugo tenía razón, quizá la idea es Tamaulipas. Lo cierto es que, al menos por dos horas, la política se volvió espectáculo, la retórica se vistió de épica, y el poder se narró a sí mismo como un sueño colectivo que todavía busca volverse realidad.

Ojalá que en un tiempo de los próximos tres años voltee a ver la alberca olímpica de la UAT en Matamoros que tiene muchos años abandonada.
El tiempo hablará.

Artículo anterior
Artículo siguiente

Compartir:

Popular

Ecos Informativos

Magisterio elegirá a sus lideres con voto libre y secreto: Enrique Meléndez

El voto libre, secreto y universal es una gran...

Gestiona Melchor Buadarth filete de pescado para familias de Ocampo

El Gobierno Municipal de Ocampo, en coordinación con...

IMPULSARÁ RICARDO GALLARDO PROYECTOS CULTURALES Y TURÍSTICOS PARA SAN LUIS

El Gobierno del Estado proyecta un nuevo Museo del...