La presidenta arenga a miles de personas en la “asamblea informativa” sobre la negociación arancelaria con Trump. La mandataria asume que la fecha límite del 2 de abril no aplica para México
PABLO FERRI/El Pais
Baño de masas de Claudia Sheinbaum en el Zócalo. La presidenta mexicana ha comparecido este domingo en la plaza principal de la capital, ante miles de personas, 350.000 según el Gobierno de la capital, en un acto festivo para el Ejecutivo y su base social, al que se han sumado gobernadores, también de la oposición, y la plana mayor de Morena, el partido mayoritario. El motivo era informar de la negociación por los aranceles, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quiere imponer a México, entre otros países. Pausados supuestamente hasta abril, Sheinbaum ha destacado que “ha prevalecido el diálogo y el respeto”.
La gravedad con que se anunció el acto a principios de semana, un evento para contestar la entrada en vigor de los impuestos a las exportaciones mexicanas en EE UU, de un 25%, se desinfló poco después. Primero, el Gobierno de Trump anunció una moratoria al gravamen para los productos de la industria automotriz. Luego, el jueves, Trump y Sheinbaum hablaron por teléfono, y la moratoria se extendió a todos los productos. El acto del domingo dejaba de ser así una respuesta al país vecino, y viraba en una fiesta del oficialismo.
“Siempre los hemos expresado con convicción, México es un gran país con un pueblo digno y valeroso. Somos naciones en igualdad de circunstancias, no somos más, pero tampoco menos. Y siempre ponemos por encima de todo el respeto a nuestro amado pueblo y nuestra nación“, ha dicho la mandataria. ”Hay que agradecer la voluntad de diálogo. Es probable que haya personas a las que no interesa que haya buena relación entre pueblos y gobiernos, pero estoy segura de que con diálogo respetuoso, siempre se puede lograr respeto. Hasta ahora, ha sido así“, ha añadido.