¿Otra vez es rentable Colosio?
Por Rosa Elena González
Se pregunta la gente si el recuerdo de LUIS DONALDO COLOSIO MURRIETA nuevamente es rentable para los priistas, y es que después de mucho tiempo que lo dejaron empolvado, hoy lo quieren revivir.
Quizá el recuerdo de COLOSIO si sea rentable, pero ya no para los priistas como en otros tiempos, pues hoy hay un heredero activo de su legado, LUIS DONALDO COLOSIO RIOJAS, y hasta donde se ve no está muy contento con el cómo se manejó y lucro con caso de su padre.
“Veo un México con hambre y sed de justicia”, reclamaba en 1994 el candidato del PRI a la presidencia de la República, LUIS DONALDO COLOSIO, y lo hacía cuando pedía el voto aquel 4 de marzo de ya hace 31 años, días después lo asesinaron, y esa frase ya no la podrán utilizar mucho los tricolores, aparte, ya no tienen derecho por el olvido en el que su recuerdo dejaron luego de que con su imagen mucho lucraron y que ni ZEDILLO o PEÑA NIETO sus palabras respetaron.
Al estadista, como muchos lo pintaban, no le alcanzó la vida para ver que hasta su partido le abandonó, tampoco visualizó el olvido de un pueblo, mucho menos el nuevo bloque de políticos tricolores que su recuerdo ignoran y que, ahora que el PRI parece estar en extinción, solo le evocan por necesidad de reflectores y lo hacen tan mediocremente que pasan desapercibidos.
Viene a colación el tema porque este domingo fue 23 de marzo y se cumplieron 31 años de que allá en Tijuana, en un lugar conocido como Lomas Taurinas, asesinaron las esperanzas de un pueblo que sentía era COLOSIO el presidente que el país esperaba, a decir verdad no se sabe si realmente hubiera sido buen mandatario o un corrupto más, sus dichos eran eso, palabras de campaña, nada garantizaba que se hicieran realidad, pero igual la gente tenía fe en que algo bueno sucedería, por eso se le lloró, aunque luego que los priistas se cansaron de explotar su recuerdo, sin hacer nada para esclarecer su muerte, ya se le olvidó.
Ya son 31 años de la muerte de LUIS DONALDO y aunque hay un montón de hipótesis y versiones, encarcelaron a quien supuestamente le disparó, pero no hubo castigo para el autor intelectual, pues digan lo que digan, era muy difícil que un solo personaje armara y ejecutara la estrategia para matarlo, ¿a qué grupo político o factico no le convenía que COLOSIO fuera presidente?, quién sabe, pero quizá el culpable gozó siempre de impunidad y protección oficial.
Eso del asesino solitario en realidad el pueblo no lo creyó, es obvio que las altas luminarias del poder lo sabían, porque el gobierno tiene todos los elementos para dar con la verdad, pero muchas veces, por así convenir a sus intereses, guardaron silencio.
Hay quienes dicen que fue el propio sistema que se sintió incomodo por las palabras de COLOSIO, que sus dirigentes fueron quienes decidieron terminar con lo que sintieron era una amenaza, lo único cierto es que los priistas fueron participes, necesitaban un mártir, la prueba fue que mucho lucraron con su muerte, pero nunca la aclararon como el pueblo esperaba, aún sigue la duda, de quién y el por qué.
Son ya 31 años del asesinato de COLOSIO, es caso cerrado, pero hoy que el PRI agoniza requieren revivir sus muertos, buscar entre los escombros algo con lo que puedan lucrar políticamente y ahí encontraron empolvado el recuerdo del sonorense y en eventos de su aniversario luctuoso, por cierto, desiertos, los priistas quieren tocar el sentimiento de la gente, pero ya es demasiado tarde.
Durante mucho tiempo se lucró con el recuerdo de COLOSIO, luego ya no le vieron tan rentable y le dejaron morir, hoy que le necesitan le quieren revivir, el problema para los priistas es que el PRI también está muerto, solo es un alma en pena que va arrastrando cadenas, es su condena, además, se insiste, COLOSIO RIOJAS es el único que tiene ese derecho.
El caso es que el PRI parece buscar desesperadamente en su historia algo que le haga olvidar sus negros pasajes, a 31 años de la muerte de COLOSIO, esa que ellos mismos se preocuparon por no aclarar, ahora quieren con ella políticamente lucrar.
Pero ya nadie se pregunta quien fue el autor intelectual de su muerte, quién tenía interés en que COLOSIO muriera, quién se sintió ofendido con sus palabras, o qué sería de nuestro país si él hubiese sido el presidente de la República, ese es tema muerto y enterrado bajo las lapidas del abandono del mismo PRI. El pueblo sigue con hambre y sed de justicia mientras los políticos continúan saciando su hambre y sed de poder, fama y fortuna.
En fin, la situación es que después de que los mismos priistas olvidaron, por así convenir a sus intereses el recuerdo de COLOSIO, ahora que el tricolor está casi muerto, le quieren revivir.
¿Sera que el recuerdo de COLOSIO a estas alturas del partido puede ser aun rentable?, la única seguridad es que, si es más que sus liderazgos desaseados, aunque quien sabe si el pueblo tenga en su mente quién era…