No es el primer ex gobernador de Tamaulipas que aspira a una candidatura a presidente de la Republica. Francisco García Cabeza de Vaca, no llegó ni a cuartos de final en la lucha por esa estafeta que hace unos años también codició otro paisano con aquella campaña conocida como “Bueno para Tamaulipas. bueno para México”.
Hoy nos enteramos que en el conteo de simpatizantes de cada aspirante a la candidatura opositora, con detalle del origen de su apoyo (Registros Universales, Registros por Promotores y Registros por Partidos) al 9 de agosto del 2023, en víspera de ser eliminado de la competencia, CDV tenía solamente 4,351 de votos partidistas, léase PAN.
Esto quiere decir que no lo quiere ni la gente de su partido, porque CDV ni siquiera a los panistas logró convencer para que le dieran el apoyo, según datos proporcionados por la Coordinación Nacional del Frente Cívico Nacional (FCN).
El mayor número de respaldos (169,593) los obtuvo de los promotores, o sea, de la gente pagada para conseguir firmas de personas que ni siquiera lo conocen.
Y en esa tarea le ganaron los aspirantes del Partido de la Revolución Democrática Silvano Aureoles y Miguel Angel Mancera, que consiguieron más firmas para su frustrada intentona presidencial.
Como premio de consolación García Cabeza de Vaca le dieron una supuesta coordinación en materia de seguridad, tal vez por su experiencia en esa materia que ha sorteado las denuncias que pesan en su contra.
Así están las cosas en lo que llaman ahora al frente Amplio por México, formado por el PAN, PRI y lo que queda del PRD con la esperanza puesta en los ciudadanos sin partido.
