El Mante, como otros municipios de la región, enfrenta una de las temporadas de lluvia más severas en los últimos años. Las consecuencias han sido notorias: calles intransitables, cortes en el suministro de agua potable, colapsos en el sistema de drenaje y un evidente deterioro del equipamiento urbano. Este escenario ha puesto a prueba no solo la infraestructura, sino también la capacidad de respuesta de las autoridades.
Sin embargo, a diferencia de años anteriores, la reacción del Gobierno del Estado y de las administraciones municipales ha sido inmediata. Desde el primer día del temporal, se instalaron los Comités de Protección Civil, una acción que, más allá de lo protocolario, refleja un compromiso real con la población afectada. La coordinación institucional y la voluntad política han marcado la diferencia en esta ocasión.
En el caso de El Mante, la alcaldesa Patty Chio ha asumido un rol activo, recorriendo personalmente las zonas de riesgo por el posible desbordamiento de los ríos Mante, Guayalejo, Comandante, Santa Clara y Tantoan. Su presencia no solo ha sido simbólica, sino una muestra concreta de solidaridad y cercanía con las familias que enfrentan la angustia de las inundaciones.
El mensaje es claro: los ciudadanos no están solos. El Consejo Municipal de Protección Civil permanece en alerta permanente, listo para atender emergencias a través del 911. Aun así, el llamado a la responsabilidad social es crucial. La ciudadanía debe mantenerse informada a través de canales oficiales y evitar difundir rumores o noticias falsas que puedan generar pánico innecesario.
Frente a la fuerza de la naturaleza, la única respuesta efectiva es la unión. Gobierno y sociedad deben caminar juntos para mitigar los daños, acelerar la recuperación y fortalecer la resiliencia comunitaria. Las lluvias seguirán, pero también la voluntad de salir adelante.
