Mi congoja no termina, recién me entero que otro gran Amigo, Isidro Bernal Sr. ya está rindiendo cuentas creador. Dicen que el que muere, no muere del todo, quedan familia, obras, ejemplos, recuerdos, Etc. que nos permitan tenerlos siempre presentes.
Me compele el deber moral de traer a la memoria, algunos hechos y experiencias que viví con el buen » Chilo».
A principios de los años setentas, nos dimos a la tarea de echar a funcionar, nuevamente, la Cruz Roja Mexicana, Delegación Ocampo.
Se requerían, un local, una ambulancia, un cuerpo médico, un grupo de damas voluntarias, enfermeras, chóferes, camilleros, medicamentos, materiales de curación, entre otras necesidades.
De pronto nos pareció imposible reunir todos estos requisitos, pero nos brotó el coraje ocampense y a los ocho meses ya teníamos todo, de tal suerte que de inmediato, obtuvimos la categoría de Delegación, No. 14 a nivel nacional y fue inaugurada por la Sra. Bertha del Avellano, esposa del Gobernador, Enrique Cárdenas González.
En esta tarea, junto con una lista interminable de personas, estuvo mi Amigo Chilo. Muy caballeroso, pulcro, arrojado y bien dispuesto. Era chófer, camillero, bailador y galán afortunado.
Para costear algunos gastos y empezar a construir un local propio para la Cruz Roja, hicimos múltiples actividades, resultaron muy exitosas y en un terreno que nos donó Mundo Castillo, Pdte. Mpal. en esa época, construimos la primera etapa de dicho edificio y es precisamente el local que ahora ocupa el consultorio médico y la unidad de rehabilitación, debo aclarar que después de nosotros, varios Ayuntamientos han seguido ampliando y adaptando dicho local.
Ahí está la obra de Isidro Bernal y la de muchas personas que ya se nos adelantaron, pero las recordamos con mucho afecto.
Sirva esta remembranza como un sincero homenaje y un consuelo para su apreciable Familia. Q. D. E. P.
Feb. 2022.
