Por: María Consuelo González del Castillo
Se acerca uno de los días más importantes para vivir en familia: la Navidad. En todo el mundo, chicos y grandes acostumbramos celebrarla poniendo énfasis en nuestras creencias religiosas. Sin embargo, también es un momento para estar alegres y reflexivos.
Es un acontecimiento que nos ayuda a mantener a las familias unidas, planteándonos qué sentido le damos a nuestra vida y a la de quienes nos rodean. Es un momento para hacer planes personales y comunes que nos acerquen a lo verdaderamente importante.
El auténtico significado de celebrarla, es vivir valores universales como el amor, la esperanza, la compasión, generosidad y muchos más.
No debemos quedarnos enfrascados en los bombardeos publicitarios que desde hace meses estamos viviendo. Que la Navidad no pase sin darnos cuenta, da mucha ilusión la decoración de nuestra casa, los regalos que acostumbramos dar y recibir, la suculenta cena y hasta la ropa que usaremos, es bueno vivirlo, pero con inteligencia, que no sea eso lo más importante.
Hoy en día el panorama es hostil, la distracción que nos provocan las redes sociales es generalizada por lo que la convivencia y comunicación familiar se debilita, si no es que se anula.
No podemos perder de vista que lo que hagamos frente a nuestros hijos tiene un peso enorme en lo que queremos trasmitirles. Así como nosotros vivamos la Navidad, ellos la gozarán durante toda su vida.
Estas fiestas de diciembre nos ayudan a reforzar la educación que queremos para nuestra familia. Existen muchas formas de conseguir que las navidades se recuerden de manera entrañable, pero hay que tener la firmeza en prepararnos con antelación con el fin de hacer sentir bien a los demás. Entregar a quienes amamos lo mejor de nosotros mismos es el mejor regalo que les podemos brindar.
Alguna vez leí algo así: “Las bondades de la Navidad bien vivida, son un gran aporte para nuestros hijos, pues la memoria de la infancia perdura toda la vida y es capaz de iluminar los momentos más tristes de nuestra existencia”.
¡Qué este año todos hagamos lo posible por vivir una Navidad que beneficie a nuestras futuras generaciones!
