¡¡EL PELEONERO!!

(Odiado del barrio)

Por Pepe Izaguirre

    “Conocí, había uno en el barrio, que era peleonero, pero aprovechado. Tenía su lado flaco pues en el fondo era cobarde”: EL PERRO CALLEJERO

      No diré su nombre, pues todavía vive y le tengo miedo, se metía en todo, maltrataba a todos y a los más débiles con una patada o cachetada los hacía llorar.

      Vivíamos a la orilla del río, como casi todos los limonenses y por ahí de junio a agosto, nuestro querido Guayalejo rujía. En ese cómplice de lujo pusimos en claro, varias veces, la verdadera valentía del “peleonero”. 

      10, 12 o 15 chiquillos, los que se juntaran, cruzábamos a nado libre las peligrosas corrientes. Nos echábamos al a gua en la orilla frente a mi casa y el empuje del vital líquido nos hacía salir 200 o 300 metros bajo corriente. A nadie, nunca, bendito Dios, le pasó nada.

      Daba miedo hacer la punta (lanzarse primero al agua). Después del primero, otro y otro y otro, hasta agotar la concurrencia. Lanzarse primero era de valientes, pues peces gigantes, lagartos, serpientes, nadaban en esas mismas aguas. Yo no era el que más, pero varias, muchas veces hice la punta. Pero el “peleonero” nunca se lanzó primero. Eso sí, esperaba que el primero cayera al agua y detrás, casi encima, caía el peleonero. Para burlarnos de él, el líder se regresaba y el peleonero, casi llorando y temblando de miedo, se regresaba inmediatamente. Adivinaron; le encontramos el modo de defendernos del peleonero.

      El modo: ¡La unión hace la fuerza! En la calle, cuando veíamos que el peleonero molestaba a alguien, cuatro o cinco chiquillos, hasta chiquillas, lo hacíamos bolas y a coscorrones, nos defendíamos. Siempre le ganábamos.

      ¿Se podrá hacer algo parecido contra los políticos peleoneros y aprovechados?

      Un abrazo para mis amigos en FACE, ECO Y 12 HORAS