Por: Pepe Izaguirre
¡¡BELLO Y LLORÓN!!
(Es mi hermano Silverio)
“Del mismo modo que todo, cada lágrima cuenta”: ROBERTO CARLOS
Mi hermano Silverio hoy cumple 64 años (se pela por llegar a los 65 y le entreguen la pensión de 65 y más) y por supuesto que lo quiero mucho como a toda mi familia. Cuando él era pequeño tenía un esclavo, ¡Yo! Tenía que llevarlo a todos lados donde yo fuera. Si me le perdía, se ponía a llorar. Pero no solo lloraba por eso, lo hacía por cualquier cosa, por pequeña que fuera.
Cuando jugaba lotería con todo el viejerío del vecindario, si ganaba y se le pasaba “gritar que había ganado”, simplemente se quedaba callado y las lágrimas empezaban a escurrirle por las mejillas. Cuando alguien se percataba de eso y lo comunicaba a la concurrencia, paraban el juego, revisaban la tabla y si era cierto, de lástima, le entregaban el dinero. Había veces que alguna de las señoras se oponía y no le daban nada, eso servía para que el llanto se intensificará.
Mi mamá se daba cuenta de la esclavitud de la que yo era sujeto, de tal suerte que me decía: Si vas a ir a jugar con tus amigos y no quieres llevar a “Bello” vete a escondidas. Y si, arrancaba yo hacia el río, en donde había muchas veredas y salía a la calle tres o cuatro cuadras adelante, rumbo al campo de fut-bol, que era una de mis diversiones favoritas.
Cuando se daba cuenta de mi ausencia, hacía que mi mamá enviara a gritarme a la orilla del río y así decían los gritos: ¡Peeeepeeee, dice mi mamá que vengas por Beeelllooo! Y repetían, ¡Peeepeee! (grito sostenido), dice mi mamá que vengas por Beeelllooo! Y por supuesto, a tanta insistencia, se me ablandaba el corazón y regresaba para llevarlo conmigo a jugar.
¡Bello!, que seas muy feliz, te envío un abrazo muy fuerte. Disfruta con tu familia. Y si me gritas, no iré por ti.
¡¡ABRAZOS IGUAL PARA TODOS LOS MÉDICOS DE TODO EL MUNDO, SI ME LO PIDIERAN ME HACÍA SU ESCLAVO!!
Un abrazo para mis amigos de FACE, ECO Y 12 HORAS