por Carlos G. Cortés García
ESPOSO DE MARIANA EN NL, ¡GOBIERNO DE OCURRENCIAS!
Si a mí me preguntara, yo no votaré en la próxima elección por ningún candidato de Movimiento Ciudadano. Y es que, tras los hechos lamentables vividos en Nuevo León, de su gobierno, de su gobernador, y su sueño guajiro presidencial, Samuel García Sepúlveda quedó reducido a nada, perdió su credibilidad, si es que alguna vez la tuvo, y se llevó entre las patas a Mariana Rodríguez Cantú, su esposa e influencer de cabecera, y a los neoleoneses. Y hoy lunes, amanece la entidad en una situación de inestabilidad política: con dos gobernadores, lo que ha desatado una seria crisis que pone en entredicho la estabilidad de aquella entidad. Y ni los jóvenes podrán salvar al nuevo Nuevo León.
Con una lógica política absurda, de desprecio a la política tradicional y a sus valores, de desprecio a los acuerdos, con un Congreso de mayoría opositora, y con unas ganas de insultar y ofender a quien se deje, Samuel García está entre el desacato, la cárcel y el desempleo, aunque el desprecio ciudadano lo consiguió en solo 10 días.
Sus sueños guajiros de ser Presidente de México, de pintar el territorio nacional de fosfo-fosfo, y su desprecio por la legalidad y la política, tienen al gobernador de Nuevo León con licencia entre la cárcel por desacato y la calle ante el abuso de poder.
¿A quién en su sano juicio se le ocurre salir del Gobierno del Estado peleándose a más no poder con el Congreso de Nuevo León y “dándoles órdenes” para que su secretario general de gobierno asuma como gobernador interino? ¿Pues quién es él? Solo al esposo de Mariana Rodríguez, a Samuel, quien no ha entendido que su llegada al Gobierno de Nuevo León se dio gracias al trabajo y esfuerzo de su esposa como influencer y como gente bien querida en el estado de Nuevo León. Ella debió de ser la Gobernadora, que de facto es.
Por él mismo, Samuel hubiera perdido la elección contra Adrián de la Garza, porque él no se ha visto al espejo, no ha escuchado los videos ofensivos y majaderos que les ha endosado a los neoleoneses, políticos y no políticos, a quienes trata como sus súbditos. Samuel García no es de ninguna manera el propietario de Nuevo León. Y hoy los neoloneses están hasta la coronilla de sus desplantes, de su soberbia y de sus sueños de algodón. Y por ello lo desprecian.
Esta semana que está por iniciar, será una semana intensa para el pueblo de Nuevo León, que no se merece estar viviendo estos sobresaltos ante las fanfarronerías de un mozalbete, de tan solo 35 años de edad, quién cree que se merece todo.
Asimismo, esta misma semana, se va a dar vuelo a una denuncia publicada por el periódico La Jornada, reitero el periódico La Jornada, el medio consentido del presidente de México, quién acusa a Samuel García por un desfalco superior a los 60,000 millones de pesos. ¿Si no, entonces por qué está amparado Samuel García contra una orden de aprehensión federal si al día de hoy no se le conoce ninguna acusación? Mañana quien sabe.
¿Será acaso que el futuro de Samuel García Sepúlveda es el ostracismo político? ¿O será acaso que podría ser un nuevo inquilino en Topo Chico? No hay de otra. A Samuel García le ganó la ambición, le ganó la soberbia, le ganó el poder, y la lengua. Y Samuel está prácticamente en un final muy amargo de su carrera política.
Este sábado, Samuel García en un nuevo video, como tantos de los que ha subido a sus redes sociales en los últimos años, dijo que está preparado para, en el 2030, ser el candidato de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de la República. ¿En serio? ¿En verdad cree Samuel que él es el iluminado al que espera México? No, por supuesto que no. México no necesita un dictador, ni un violentador sistemático de las leyes. México ha quedado claro en los últimos años, que no espera la llegada de un Tlatoani, aunque algunos insistan en querer serlo.
Samuel García ya terminó su efímera y meteórica carrera política. Y se va a ir de raya si es que no la termina en la cárcel, porque además de todas las triquiñuelas legaloides que ha utilizado para ser candidato y mangonear Nuevo León, este mozalbete no ha entendido que la política es el arte de lo posible, de tender puentes y llegar a acuerdos con todos, con el ciudadano de a pie, con el ciudadano común y corriente y con los diferentes sectores de la sociedad a la que se gobierna.
Y en ese sentido, sin tener mayoría en el Congreso de Nuevo León, Samuel pensó que los diputados eran sus empleados, sus trabajadores, sus lacayos, y obró en consecuencia.
Y dicen las malas lenguas de las buenas personas que su único activo político, su esposa Mariana Rodríguez Cantú, ya también se desencantó de Samuel, de sus tonterías, de sus excesos políticos, y de su forma de tratar a las personas a su alrededor. Samuel no es virrey, ni rey, y menos Dios. Y estaríamos por ver, en las próximas horas y en los próximos días, la caída brutal de Samuel García Sepúlveda, para regresar a ser un ciudadano común y corriente, más corriente que común, sin guaruras, sin aparatos de seguridad y expuesto a que los ciudadanos le reclamen todas sus… mentiras, pero a quién se le podrían fincar responsabilidades judiciales por sus excesos durante los casi dos años que estuvo al frente del gobierno de Nuevo León, aún y cuando ofreció que se quedaría todo el sexenio.
Por lo pronto, Samuel se ha ganado a pulso el desprecio de la clase política de Nuevo León, toda, de la importante clase empresarial neoleonesa, perdió el respeto de los ciudadanos y perdió la poca credibilidad frente a sus ocurrencias, credibilidad que es lo que mantiene a un gobernante firme en el ejercicio del poder. Samuel, pues, es solo un mozalbete petulante, presumido, majadero y prepotente, al que la caída lo va a volver más loco de lo que ya está. Tiempo al tiempo porque la sociedad mexicana estará frente a un político defenestrado por sus excesos, su pobre capacidad de trabajar en equipo, y su lengua larga y ofensiva.
Pero, además, se insiste en que varios personajes muy cercanos al gobernador en desacato, Samuel García Sepúlveda, se han sacado el premio del año por corrupción. Entre ellos, se incluyen su padre y uno de sus hermanos, Samuel Orlando García Mascorro y Samuel Orlando García Villarreal, que no son los únicos, pero si se estarían papeando de lo lindo con los recursos económicos del presupuesto del nuevo Nuevo León.
Yo por lo pronto, en la próxima elección, me reservo mi derecho a votar por algún candidato de Movimiento Ciudadano, porque en todos ellos veo sujetos hambrientos de poder, petulantes, groseros, sin calidad moral, sin capacidad de establecer acuerdos, mentirosos y vividores. Y hablo prácticamente de todos, siendo contadísimas las excepciones que reconozco. Entre ellas, reconozco la seriedad política del alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, compadre circunstancial de Samuel. Pero de ahí para abajo, mmmmmmmm, ya les contaré.
Además, en las últimas horas, las redes sociales se han transformado de ser su principal aliado en su más delirante adversario. Y le han dado durísimo. ¿Se podrá levantar Samuel de este nocaut político? Podría seguir siendo gobernador formal, pero el liderazgo del que tanto presumía, se fue en pocas horas al bote de la basura.
- 1.Al rendir protesta el pasado viernes, Dámaso Anaya Alvarado, Rector entrante de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, recibe una institución unida y trabajando. De esto platicaremos en la próxima entrega.
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