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miércoles, julio 3, 2024

HISTORIAS HILVANADAS

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ADIOS A UN AMIGO

POR LOIDA E. FERNANDEZ G.

A la memoria del Ingeniero Elías Orozco Salazar

El pasado sábado quince de junio, falleció en esta ciudad, el Ingeniero Elías Orozco Salazar.

Originario de Rio Bravo, en nuestro estado, Elías junto con Anselmo Herrera, hijo de un líder campesino del Ingenio de El Monte, fueron noticia Nacional por el secuestro y asesinato de Don Eugenio Garza Sada, un prominente empresario regiomontano que, entre muchas otras cosas, fue fundador del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, perpetrado por miembros de Liga Comunista 23 de Septiembre y la Liga Espartaco de la que Elías y Anselmo eran miembros.

Ambos grupos se fusionaron y eran jóvenes que sentían que no había otra opción que las armas, la guerrilla urbana, para buscar que el gobierno en turno saldara una gran deuda con los pobres de México.

Anselmo murió, y Elías fue apresado, lo que le costó purgar una condena, originalmente, de 34 años, y que fue reducida a diecisiete y finalmente quedó en 11 años en el penal del Cerro de Topo Chico en Monterrey y quizás sea esto lo que la mayoría de la gente que lo conoció recuerde aun hoy de él.

Pero hay otro aspecto menos conocido de la vida de Elías, y que está relacionado con el Mante.

Había explorado varias posibilidades en los años sesenta para seguir sus estudios. lo que lo llevo hasta el entonces Distrito Federal y a la UNAM, donde no fue aceptado.

Se regresó a Tamaulipas. y termino inscribiéndose en la, apenas en formación, Facultad de Agronomía Mante, hoy UAM de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Tocaron puertas y llegaron con el Ingeniero José Cervantes Gudiño a la sazón gerente en turno del Ingenio de El Mante, quien les ofreció un edificio a medio construir y casi derruido, que en administraciones anteriores, creo desde la de Don José Ch. Ramírez, estaba destinado a ser el pabellón de enfermos de tuberculosis, ubicado hacia el poniente de lo que fuera el hospital de El Ingenio, Ali estuvieron pocos meses, pues muchas de las familias de los potenciales alumnos de ésta, tenían miedo de que sus hijos pescaran esa terrible enfermedad.

Luego pasaron a un pequeño espacio arriba de lo que hoy es una tapicería en la esquina de las calles Canales y Morelos.

Su búsqueda continuó porque los dos espacios anteriores eran temporales y su meta era encontrar una sede permanente para la misma.

Hubo mucha oposición de las autoridades universitarias de la UAT en ciudad Victoria, pues ya había una escuela de agricultura allá. sin embargo, finalmente encontraron eco en el gobernador Praxedis Balboa, y finalmente les dieron unos edificios que estaban al poniente de la ciudad, donde se iba a construir otro centro escolar, pero que no se hizo. Tenían en un sentido la bendición del gobierno del estado, pero las autoridades centrales de la UAT, les dijeron que solo serían incorporados, es decir, no serían parte de la UAT. Para esto lucharon por un buen tiempo y finalmente lograron el ansiado reconocimiento.

El primer director de la Escuela de Agronomía fue precisamente el Ingeniero José Cervantes Gudiño, quien era egresado de la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y cuya especialidad era en ingeniería hidráulica. También fueron, entre los que recuerdo, maestros integrantes de la primer plantilla de maestros, el Químico Arturo González Caballero, maestro de la Prepa Mante, que en sus inicios era nocturna y que funcionaba en lo que fue la ESMAC, en Irrigación y maestro de esa secundaria, egresado de la Facultad de ciencias químicas de la UNAM, así como el Ingeniero Juvencio Treviño Salinas quien duro poco tiempo. Era el presidente municipal en turno de El Mante, y por diferencias muy agudas con el gobernador Praxedis Balboa Gojon, quien era gran maestro de la Logia Masónica de Tamaulipas, le dieron el cabildazo, y tuvo que irse de nuestra ciudad. Elías, pues, formó parte de la primera generación de egresados de esa facultad, con el título, la mayoría, de Ingenieros Agrónomos Fitotecnistas.

Casó con Olga Treviño Arizmendi, quien estudio en la ESMAC, y que para estudiar abogacía, al igual que otras personas como Tacho Flores Castillo y Pedro Castillo Ríos de los que ahora recuerdo, viajaban todos los días a Tampico a la salida de su trabajo para estudiar, regresar tarde ya en la noche, y así hasta lograr graduarse.

Olga, que había vivido este proceso, quiso contribuir para que otros estudiantes manteses no tuvieran que pasar por lo mismo, porque amen de las jornadas largas, significaba mucho gasto para sus familias. y junto con otras profesionistas fundó el IMEP, (Instituto mantense de Estudios Profesionales) empezando solo con un par de carreras.

Su primer local fue un local que les presto el Doctor Severio Jaime García, habiendo el mismo viajado a Tampico hasta graduarse como médico general y más tarde todas las semanas hasta la ciudad de México para hacer una especialización en Cardiología.

El edificio lo compartían entre su consultorio y los salones, este situado al lado del edifico del PRI por la calle Juárez, donde en la actualidad hay una florería.

Años más tarde, y al crecer el alumnado, se mudaron al local que ocupa actualmente el IMEP por la calle Ocampo entre Guerrero y Pedro J. Méndez.

Mientras Elías cumplía su condena en Topo Chico, Olga lo visitaba con frecuencia y lo defendió y contó con el apoyo de las autoridades federales de la Suprema Corte de Justicia. en particular de Moya Palencia, y éste llegó a respetarla y admirarla mucho por su tesón y sobre todo su amor por Elías.

Ya libre Elías, en uno de sus viajes a la ciudad de México, Olga fue trágicamente asesinada, por defender a una gran amiga de ella, y Elías, tuvo que cargar con esa otra muerte.

Regresó a El Mante (Tenía una hija, su primera hija, que era hija de Olga), y se incorporó a trabajar en el IMEP, fue rector por un corto tiempo, pues era muy difícil para un hombre solo ser administrador y rector de esa institución educativa y cuidar de su pequeña hija.

Casó en segundas nupcias con Raquel González Hernández, secretaria en el IMEP, descendiente de una familia de los nativos de Canoas. y con ella vivió hasta su muerte. No peco de indiscreta si digo que Raquel crió junto con Elías a su hija.

Otros dos aspectos relevantes de la vida de Elías en El Mante, son, por un lado, que con todas sus inquietudes por un país mejor, se integró a un partido política local, y llego a ser diputado del Congreso del Estado de Tamaulipas.

Como agrónomo, y con su gran sentido de solidaridad con los que menos tienen, apoyó y asesoró a diversas comunidades rurales de nuestro municipio y de otros municipios circunvecinos, con proyectos, para mejorar sus cultivos y sobre todo, para ayudarles y evitaran tener que usar intermediarios para comerciar sus productos en los mercados locales y regionales.

Y el otro, es que incidió en la vida cultural de nuestro municipio. era un gran cantautor, y fue durante muchos años miembro activo de la Asociación de Autores y Compositores de El Mante, al frente de la cual estuvo por muchos años Santiago Maldonado García, quien fuera contador del hospital civil cuando este estaba por la calle Guayalejo así como también, amigo de algunos de los miembros de la Peña Literaria Carlos R. Fantini.

Don Carlos Fantini, el poeta de la famosa frase NACI DONDE EL AZUCAR ES MAS DULCE, escribió un poema que tituló Cuando Pases por el Mante, y Elías lo musicalizó.

Quiero terminar estas letras de lo que recuerdo de la vida de Elías Orozco Salazar, diciendo que esa primera generación de egresados de la Facultad de Agronomía de El Mante, en el 2021 cumplió 50 años. Casi todos estaban vivos entonces y quisieron celebrar ese hecho,

pues su historia marco un hito en la historia de nuestra ciudad. Vino la pandemia y muchos no quisieron venir, y hace un par de años tuvieron esa celebración. En esa ocasión estuvo presente Elías, pero ya estaba muy demacrado.

No puedo dejar de mencionar que en esa generación, que no recuerdo cuantos la integraban, hubo dos mujeres que fueron parte de la misma, lo que también marcó un hito en la historia de la educación superior en nuestro municipio. Ellas son Imelda Rendon De Armas, quien casó con otro ingeniero agrónomo, pero éste egresado de la escuela superior de agricultura de ciudad Delicias Chihuahua y durante muchos años trabajaron en Chiapas, ya jubilados se fueron vivir a ciudad Juárez Chihuahua de donde era originario Ramiro Guerrero, su esposo, fallecido durante la Pandemia. Y la otra, Sonia Salas De León, hija del profesor Santiago Salas Becerra, trabajador en la subdelegación del IMSS por muchos años y su esposa la enfermera Elia De León, que llego a ser jefa de enfermeras en lo que hoy es la clínica de especialidades 3 en esta ciudad, quienes ya jubilados se fueron a vivir a San Luis Potosí.

En octubre del año pasado, Sonia e Imelda se pusieron de acuerdo para venir al Mante y visitar a Elías, quien había estado viviendo en Querétaro y ya sintiéndose muy enfermo quiso que lo trajeran a El Mante, para pasar aquí, lo que el ya sabía eran sus últimos meses de vida.

Imelda, Sonia, otra mujer, cuyo nombre no recuerdo, y otro varón, también ingenieros agrónomos, se juntaron y con la anuencia de Elías y su familia, lo visitaron toda una tarde y lo que había sido planeado para dos horas máximo, se convirtió en una tertulia de convivencia y compartir muchos recuerdos y el pan y la sal que se prolongó por cinco horas.

Tres semanas antes de que Elías falleciera, había muerto otro miembro de esa generación de Ingenieros Agrónomos Nelson Eddy Reyna. Ambos pues, miembros de esa histórica primera generación de egresados de la Facultad de Agronomía de El Mante.

Siempre he creído que las personas que se nos adelantan en el eterno descanso, nunca se van del todo, siguen presentes en nuestras vidas, en las vidas de nuestra ciudad, de nuestro municipio, de una y mil formas, en recuerdos, en libros, en fotografías y demás cosas vividas. y, si bien es cierto, con ellos tenemos recuerdos buenos y otros no tan buenos, de tiempos difíciles y otros de celebración compartidos, creo que al final de cuentas los recuerdos que perviven son los buenos recuerdos.

Pues, como bien dice el libro del Apocalipsis en la Biblia: Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor, si dice el Espíritu, porque sus trabajos descansan con ellos, pero sus obras permanecen. Y estoy cierta que, en el caso de Elías, esto es verdad.

Descansa en Paz, amigo y luchador social, esposo, padre, hermano, hijo.

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