Por: Edilberto Cortina Martínez
A continuación, un relato combinado, unos fragmentos de mi querido y atesorado libro de primaria de 4°año (64 años) otros familiares.
En la lectura debe cuidarse de dos cosas: escoger bien los libros y leerlos bien, nunca deben de leerse libros que extravíen el entendimiento, corrompen el corazón, las lecturas inmorales no conducen a la ciencia, por el contrario, son una fuente de corrupción.
La lectura debe ser pausada, atenta, reflexiva, conviene suspenderla con frecuencia para meditar lo que se lee, se ha de leer mucho, pero no demasiados libros, esta es una regla excelente, la lectura es como el alimento, el provecho no está en la proporción de lo que se come si no en lo que se digiere, de lo que se asimila.
Y de este pequeño gigante (libro) ¿qué me quedo? hasta la fecha una útil y menos difícil ¡¡ COMPRENSIÓN!!
Muy bien, cambio, ¡por esas épocas por copiar a otros vecinos o por tal vez el sabor agradable compraba mi señora madre! agua! agua de lluvia que almacenaba Y vendía en tus recipientes, La Fronteriza del Sr, Quintanilla ubicada en la Calle Morelos, entre La Mainero y Canales por la misma Morelos antes de llegar a la Juárez La Casa Azul, donde compraba una piedra de regular tamaño para después meter en un baño de lámina galvanizada y ahí hacia su cal para el Nixtamal! para las 6 o 7 de la mañana ya tenía lonche que hacía para una cuadrilla de cortadores de caña y para nosotros café, tortillas recién hechas y su huevito con chile y frijolitos, que tal eh, riquísimo (un beso y una plegaria donde quiera que estés Madre).
Los domingos como la mayoría de la población, asistimos a misa y después a la plaza, sorprendido veía como se podían tomar fotos con escenarios de otras regiones, además en briosos corceles, en las fotos libro, mi madre mis hermanas y yo, ya pintaba gordito y cachetón ja, ja ja,
Saludos amigos espero no fastidiar.
