¡¡MAL SERVICIO!!
(Y ni para que enojarse)
“No pierdas los estribos. Mejor es quedarse callado”: EL PERRO CALLEJERO
Por: Pepe Izaguirre
Es muy común, digamos fácil, perder la compostura. Yo soy así, pero se me aguantar. En vivido muchos eventos en los que a pesar de estar sumamente “encaboronado”, me quedo callado. Y ¿Qué creen? me ha ido bien.
Y es que cuando vemos que alguien abuza de su autoridad o fuerza para maltratar a alguien, la verdad resulta muy difícil controlar nuestras reacciones.
Una vez llegué a un taller paras pedir unos trabajos a uno de mis vehículos. Al estar explicando al empleado lo que era, según mi juicio, necesario hacer, el empleado llamó a su jefe, que me imagino a la vez era el dueño de dicho taller.
El jefe o dueño, se acercó con el celular en la mano, a simple vista, parecía que estaba atendiendo una llamada y sin despegar los ojos del celular, me preguntó lo que yo requería. Reinicié mi petición, pero el susodicho jefe, no quitaba la vista de su teléfono y paré. Dígame otra vez, refunfuñó y nuevamente reinicié la explicación, el jefe volvió a clavar la vista en el teléfono, sin poner la mínima atención.
Di la vuelta, me enfilé a mi vehículo y el mal encarado jefe casi corrió detrás de mi diciendo: ¡Disculpe, ya me desocupé! Contesté en la forma en que Juan Manuel Reyes (El Hueso) lo hacía para despreciar a alguien: ¡Ahí muere! Y me retiré.
Tan mal estilo transformado en sistema de servicio abunda.
Un abrazo para mis amigos en FACE, ECO Y 12 HORAS