Por Aliber López
“Reforma Eléctrica e Infodemia, liberales contra conservadores”
Saber lo que pasa realmente con la RE (Reforma Eléctrica) que ha enviado Andrés Manuel López Obrador, requiere de mucha responsabilidad de parte nuestra; es bueno estar informados y no dejarnos llevar por la infodemia que en estos tiempos está a todo lo que da. En principio tendríamos que conocer la última de las reformas realizadas a la Constitución en el 2013, que de hecho legitimó la conversión de la CFE (Comisión Federal de Electricidad) en varias empresas que poco a poco han estado debilitando la función de esta gran empresa surgida después de su creación en 1938, por Lázaro Cárdenas del Río y su nacionalización por Adolfo López Mateos en 1960.
Ya nacionalizada la empresa logró una cobertura cuyos beneficios llegaban en 1990 al 90 % de la población nacional. Pero a partir de 1990, ya con Carlos Salinas de Gortari en el poder presidencial, se inició un proceso de privatización y de otorgación de privilegios a las empresas privadas, nacionales y extranjeras, hasta llegar a la situación de que la CFE entrara en un franco proceso de bancarrota que en 2018 y 2019 el presidente de la república quiso evitar con una Reforma a las Leyes Secundarias. Se trataba solo de defender medianamente a la empresa del Estado (CFE) quitándole los subsidios a las empresas privadas, sus privilegios al vender la energía que producían y su distribución en el país, dejándole la carga a la CFE que por ese camino iba derecho a desaparecer como empresa estatal allá por 2029.
Sucedió que ante la entrada en función de las Leyes Secundarias de Energía, los “afectados” en sus privilegios, se ampararon para no perderlos, y algunos de los jueces federales, contrarios al interés nacional, dieron cabida a esa forma de combatir las Leyes Secundarias; fue entonces cuando la presidencia de la República, optó por presentar una reforma constitucional cuya pretensión principal es el de garantizar el otorgamiento del servicio eléctrico a la nación con precios al alcance de las familias mexicanas y el desarrollo socioeconómico de la nación. Además, la RE permitiría a la empresa de la nación, producir y distribuir el 54 % de la energía y a los privados el 46 %, propiciando que el manejo de los precios a los consumidores no caiga a los extremos que se viven en estos tiempos en España y otros países, donde son las empresas privadas las que garantizan primero sus ganancias, con tarifas exorbitantes, sin importarles si las familias pueden solventarlos.
El presidente López Obrador ha dicho y lo ha repetido en varias ocasiones: Quienes más necesitan subsidios en este país no son las empresas que los gobiernos anteriores les brindaron ventajas para hacer negocios, son la mayoría de los trabajadores, y las pequeñas y medianas empresas. La energía, el petróleo y el litio son estratégicos para salvaguardar la soberanía del país. Si estos energéticos están en manos privadas, los gobiernos dejan de tener sentido; prácticamente vivimos una confrontación entre liberales y conservadores. La marcha en la que ayer participamos de “Chedraui” a la plaza principal, está vinculada con manifestaciones que se están realizando en toda la nación, para solidarizarnos con la iniciativa presidencial.