«La policía no me cuida, me cuidan mis amigas».
Frase potente y extremadamente triste de las protestas feministas, porque quien debería cuidar a la población, es muchas veces quien más la violenta.
Sucedió este fin en Chimalhuacán, Estado de México.
Tres policías detuvieron a una mujer, la secuestraron y torturaron.
La mujer en cuestión, es madre de una víctima de agresiones sexuales por parte de… Adivinaron, policía, a quienes ha denunciado desde hace años.
El sábado, un grupo de feministas protestó ante la oficina de la Fiscalía en el municipio exigiendo justicia y que los policías fueran detenidos. Al no ser atendidas, decidieron acampar frente a la puerta sin dejar salir a nadie.
En última instancia, la Fiscalía informó que inició una carpeta de investigación por el delito de lesiones. Son investigadas tres mujeres policías.
Sin embargo, en la noche, policías y guardias nacionales vestidos de civil atacaron el campamento feminista violentando fuertemente a varias mujeres. Sobre eso, no hay declaraciones de la policía o la Guardia Nacional.
Por cierto, hoy, ahora son los policías quienes se manifiestan exigiendo justicia para sus compañeras.
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