Vivimos la peor inflación en 20 años.
Durante noviembre, la inflación en México se aceleró nuevamente y se ubicó en 7.37% anual, su mayor nivel desde enero de 2001.
Y no, no es por culpa del Presidente, aquí nos tomamos en serio las cosas y tratamos de explicarlo de la mejor manera.
El campo mexicano, está sufriendo los estragos de la pandemia y el cambio climático.
Las cadenas de suministro mundiales están rotas, no funcionan como antes de la pandemia ; no hay suficientes fertilizantes y agroquímicos para producir los productos que se demandan como el jitomate, el aguacate, chiles o incluso lechugas.
El poco fertilizante que hay es caro; el precio de este producto está anclado al del gas natural, el cual también escaló fuertemente de precio en los últimos meses.
A lo anterior, hay que sumarle el cambio climático, las torrenciales lluvias de los meses pasados dejaron graves daños en las principales zonas de cultivo del país.
Y cuando hay más demanda que oferta, los precios tienen a subir.
Y cuando creímos que las cosas no podían empeorar, apareció la variante ómicron, generando miedo e incertidumbre…
Como ven, estamos en medio de la tormenta perfecta y no se prevé que a corto plazo esto pueda cambiar.