Por Carlos Acosta
Al árbol seco
ya sin brizna de verdor entre sus varas
solo
en el centro de una plaza abandonada
podemos verlo
tristes o jubilosos
tristes
por la sombra de la muerte que le ronda
porque su vida
las llamaradas de fuego
de sus flores
se apagan
su ciclo
termina
jubilosos
por las primaveras
que por años regaló al paisaje
por los frutos
las semillas
que muchos de nosotros
sembramos
en patios personales
Estas letras no son tu despedida
árbol amigo
Son la celebración
de tu vida